Miradas Por Mauricio Franco

Uno de mis escritos:

Miradas

Lejos, pero me miraban incesantes, me querían atrapar con sus ojos. Los ojos que nunca olvidare, tan redondos como las canicas, tan brillantes como el sol, pero tan azules como el cielo. Es extraño que tenga miedo pero su mirada me hipnotiza, es miedo como al ahogarse, es miedo como a la oscuridad; en realidad no creo que sea temor, es atracción: es lujuria.

Estoy quieto, suspendido en el tiempo. Son sus rizos, su olor, su mágico encanto. Insistentemente esta ahí su mirada. Lo cierto es que solo esperamos de una mirada hipocresía, tal vez amor, tristeza, miedo o enojo, lo malo es que sus ojos no transmiten emociones, solo la factibilidad de un mundo sin rencor, lleno de música y arte.

Finalmente se atreven a pestañear y siento que pierden su encanto, su secreto. Luego me vuelven a mirar y no resisto. Es incontenible. Finalmente desaparecen y vuelvo a ver las miradas de siempre en su mundo de egoísmos y traiciones. Lo confieso, realmente extraño su mirada.